El 6 de octubre, la Oficina del Ministerio Hispano de la Arquidiócesis de Mobile, a través de la Escuela de Formación San Juan Diego, impartirá un curso en español sobre Movimientos Eclesiales y diferentes grupos apostólicos. Este curso tendrá una duración de cinco semanas y tocará temas importantes sobre algunos de los movimientos aprobados por la USCCB y que están presentes en la Arquidiócesis de Mobile, el Decreto sobre el Apostolado de los Laicos (Apostolicam Actuosatitem), promulgado por San Pablo VI en 1965, y cómo estos movimientos están llamados a enriquecer la vida de la Iglesia y de las parroquias.
En su mensaje a los participantes en el primer Congreso Mundial de Movimientos Eclesiales y Nuevas Comunidades, San Juan Pablo II dijo que los Movimientos Eclesiales y las nuevas comunidades son “expresiones providenciales de la nueva primavera que el Espíritu ha traído con el Concilio Vaticano II, anuncian el poder del amor de Dios que, superando divisiones y barreras de todo tipo, renuevan la faz de la tierra para construir la civilización del amor”. El Papa invitó a los movimientos a construir la “nueva etapa” de “madurez eclesial”, en la que “ la Iglesia espera de ellos "frutos maduros" de comunión y compromiso".
El directorio de Movimientos Laicos, Organizaciones y Asociaciones Profesionales de la USCCB enumera alrededor de cincuenta grupos, divididos en cuatro categorías: Movimientos Eclesiales y Nuevas Comunidades, Cofradías y Órdenes Fraternales, Apostolados y Ministerios y Terceras Órdenes y Afiliados Religiosos. El Laicado Hispano de la Arquidiócesis de Mobile ha adoptado a algunos de estos movimientos en español. Algunos de los más destacados son: Caballeros de Colón, Camino del Matrimonio, Camino de Emaús, Renovación Carismática Católica, Movimiento Familiar Cristiano y Legión de María. Muchos jóvenes y adultos jóvenes latinos también están involucrados en la Life Teen, The Fellowship of Catholic University Students (FOCUS) y Hombres por Cristo y para Cristo.
Este curso tiene el objetivo de responder a la invitación de San Juan Pablo II de integrar, en algunos casos, estos movimientos a las parroquias en las que funcionan para que puedan dar frutos de unidad, comunión y compromiso en beneficio de la Iglesia de Cristo.