El Día del Padre se acerca rápidamente, solo faltan unos días para que las tarjetas de felicitación, llamadas telefónicas, corbatas y otros regalos de hijos, sobrinos o nietos comiencen a llegar a nuestros hogares. Este es un día muy especial para todos los padres, ya que nos recuerda la gran bendición que es participar con Dios en la creación de nueva vida.
La paternidad tiene que ver con el amor. Jesús nos dio 'el gran mandamiento' al responder al escriba en el Santo Evangelio según Marcos (Mc 12,28-30): “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, y con todas tus fuerzas. La segunda es esta: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que este.”
Ser padre comienza por ser hijo. Todos somos hijos de Dios, quien por amor creó el universo y la humanidad, y quien por amor envió a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Entonces, ofrezcamos a Dios en este Día del Padre el regalo de la gratitud por su gran amor hacia nosotros, y hagamos todo lo posible para amarlo de la manera que Él nos manda: con todo nuestro corazón, mente, fuerza y alma.
El Día del Padre es una buena ocasión para pensar en San José y su ejemplo de obediencia a Dios y entrega a María y a Jesús, y en todos aquellos padres que por amor a la vida han adoptado hijos y los crían como propios. En este día también debemos honrar a nuestros sacerdotes, quienes a través de su matrimonio con la Iglesia nos han adoptado como sus hijos espirituales; que día tras día se preocupan por nuestro bienestar espiritual y que, como buenos padres, nos dan el pan de vida eterna.
Este día nos da la oportunidad de recordar a aquellos hombres que actuaron como padres para nosotros, quienes a través de su ejemplo y sabios consejos fueron parte integral en la forja de nuestro carácter como Cristianos Católicos.
Muchos de nosotros hemos experimentado la pérdida de nuestros padres, o no hemos podido disfrutar de su presencia en muchos años, porque se quedaron en nuestro suelo natal cuando viajamos a los Estados Unidos en busca de un futuro mejor y más seguro para nosotros y para nuestros hijos. Siempre están en nuestros corazones, y sus oraciones intercesoras nos dan la fuerza para seguir caminando en búsqueda de los ideales de prosperidad y libertad.
La oficina del Ministerio Hispano de la Arquidiócesis de Mobile desea un feliz Día del Padre a todos los padres y figuras paternas. Que Dios los bendiga a todos.