La Arquidiócesis de Mobile abarca las iglesias y ministerios Católicos de la mitad sur de Alabama. Estamos conscientes de que nuestro mundo, nuestra nación y nuestras comunidades están haciendo frente a la pandemia de covid-19. Todos estamos llamados a preocuparnos por nuestro bienestar personal y el de nuestros vecinos. Esto implicará sacrificio. Pido que oremos por nuestra propia protección y por aquellos que sufren de mala salud. También es importante que cooperemos con las autoridades civiles y de salud.
Por lo tanto, a partir del miércoles 18 de marzo, se deben seguir los siguientes pasos en la Arquidiócesis de Mobile. Estas normas son efectivas hasta el domingo 5 de abril de 2020, pero pudieran extenderse dependiendo de los desarrollos futuros.
Las instalaciones de los Servicios Sociales Católicos en todo el sur de Alabama atienden a aproximadamente 25,000 de nuestros vecinos necesitados. Estos servicios continuarán de la siguiente manera:
Los Ministerios de Asistencia de Emergencia en nuestros Centros de Servicio Social permanecerán abiertos proporcionando alimentos para familias e individuos, ropa y ayuda con las facturas de alquiler y utilidades. Sin embargo, las solicitudes de esta ayuda se recibirán solo por teléfono. Los alimentos y la ropa se distribuirán en la puerta y no dentro del centro de servicio.
Todas las tiendas de descuento cerrarán, pero la ropa estará disponible para aquellos que la necesiten a través de Asistencia de emergencia.
La consejería para individuos y familias seguirá estando disponible, pero solo por teléfono.
Las parroquias pueden continuar proporcionando alimentos, ya sea desde sus bancos de alimento o cocinas, pero solo para llevar y no dentro de un edificio. Además de comida para llevar, todas las demás actividades y reuniones parroquiales y escolares se cancelan.
Esto incluye todos los servicios de adoración. Ningún miembro laico o del clero puede realizar un servicio de adoración o una devoción de ningún tipo en una iglesia u otro lugar. Estoy pidiendo encarecidamente que nuestras iglesias permanezcan abiertas para la oración, pero sin servicios.
Los funerales, con o sin Misa, no se celebrarán en iglesias ni en ningún otro lugar. Solo se permiten servicios junto la tumba.
Las bodas, solo sin Misa, pueden realizarse en la iglesia, pero únicamente con un clérigo, la novia y el novio, dos testigos y los padres de los novios. Nadie más puede estar presente.
Las confesiones pueden continuar pero solo con una pantalla que separe al sacerdote del penitente, o de manera tal que haya seis pies de espacio entre el sacerdote y el penitente.
Los bautismos se pueden celebrar pero solo con los padres, los padrinos y un clérigo presente.
Las fuentes de agua bendita se deben vaciar y limpiar.
Aunque no nos reuniremos para adorar, permanecemos unidos en Cristo. Estoy seguro de que nuestro dedicado clero continuará sirviendo las necesidades espirituales y materiales de nuestro prójimo. Solicito particularmente que el clero esté presente para los enfermos y para los que sufren dificultades. Pido a la gente de nuestra Arquidiócesis que por favor oren. Incluso si no podemos recibir la Sagrada Comunión, podemos unirnos en ell amor de Dios. La oración es poderosa y solicito que oremos aún más fervientemente durante estos días llenos de desafío.
Que Dios nos bendiga a todos.